Los científicos de medio mundo se han sumado a la carrera contra el COVID-19 para aportar su grano de arena y hallar las repuestas para tratar, anticiparse y evaluar las secuelas de este microorganismo sobre la salud. En este reto también tiene mucho que decir la investigación en Castilla y León: desde que arrancó la pandemia los hospitales de Sacyl, centros de investigación biosanitaria y universidades han alumbrado más de 100 líneas para averiguar cómo frenar su evolución y sus efectos, y lo han hecho en colaboración con sociedades científicas no sólo de España, sino también de fuera. No son los únicos, pues en la batalla también están otros centros e institutos con sello autonómico.
En este momento, según los datos aportados por la Consejería de Sanidad a Ical, 95 iniciativas de investigación asistencial se han volcado para vencer a un virus que ha alterado la vida de medio mundo, algunas de las cuales ya han arrancado y otras están pendientes de autorización. Entre ellas figuran tres trabajos europeos en los que participan dos centros de Castilla y León, junto a 38 centros nacionales e internacionales; 25 ensayos clínicos transversales; otros 19 proyectos de investigación financiados por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), y 48 proyectos más que impulsan los complejos asistenciales.
En los tres proyectos europeos están volcados el Complejo Asistencial de Universitario de Salamanca y el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL). Se trata de consorcios internacionales con cooperación de investigadores de diferentes países. El que ya ha recibido el visto bueno del Gobierno canadiense lo lidera el doctor Jesús Bermejo, y se centra en estudiar pacientes chinos, canadienses y españoles 60 biomarcadores y la expresión génica global en sangre periférica.
Los otros dos están pendientes de la evaluación de la Comisión Europea. El que tiene al profesor Jesús María Hernández Rivas como investigador principal nacional plantea una aproximación al COVID-19 desde la perspectiva de la epigenética, en pacientes con enfermedad moderada. Integra un ensayo clínico fase 2 con fármacos epigenéticos y un estudio de variantes genéticas de la población. El segundo, que también capitanea Jesús Bermejo, plantea el estudio de la eficacia del fármaco Trimodulin (una combinación de inmunoglobulinas) en pacientes ingresados en UVI con neumonías severas. Estudiará también el estado del sistema inmune de los pacientes antes y después del tratamiento.
Ensayos clínicos
Entre los 25 ensayos clínicos existe uno de carácter autonómico para la prevención de la infección por coronavirus en profesionales sanitarios, en el que participan los hospitales Clínico Universitario y Universitario Río Hortega, en Valladolid; el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, de Ávila, junto a los complejos asistenciales de Burgos, León, Salamanca y Segovia. Además, el Clínico de Valladolid y el de Salamanca avanzan en un protocolo de un tratamiento de acceso expandido para el fármaco Remdesivir (RDV;GS-5734) para adultos.
En solitario, el Río Hortega trabaja en un tratamiento con células mesenquimales alogénicas MSV®, y en colaboración con el Clínico en uno sobre la eficacia de la dexametasona, antiinflamatorio e inmunosupresor, para tratar a pacientes con Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo, así como en otro sobre el tratamiento en población mayor de 18 años, con el Centro de Investigación en Red de Enfermedades Respiratorias, dependiente del ISCIII.
Además, el Clínico y el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León (CHEMCyL), con el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, abordan un ensayo clínico aleatorizado multicéntrico de terapia de plasma convaleciente versus tratamiento estándar en pacientes hospitalizados. El Clínico también se ha sumado a una línea de obtención de plasma hiperinmune en pacientes que han superado la infección, con el Chemcyl.
En León, el Hospital del Bierzo trabajan en un ensayo clínico pragmático insertado en práctica real durante pandemia con corticoides; y prueba, con el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), la eficacia de la vitamina D sobre morbilidad y mortalidad.
Mientras, en Salamanca, el Complejo Asistencial Universitario colabora con la Clínica Universitaria de Navarra, el Complejo Hospitalario Gregorio Marañón, Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, Hospital General Universitario de Alicante, y el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz en un ensayo clínico de administración de células madre mesenquimales a pacientes con distrés respiratorio tipo COVID 19.
Asimismo, aborda un estudio, en fase 2, aleatorizado, abierto para comparar la eficacia y la seguridad de siltuximab versus corticosteroides en pacientes hospitalizados con neumonía por coronavirus, en colaboración con la Fundació Clínic per a la Recerca Biomédica; en un tratamiento cascada citosinas, así como en uno con pacientes con insuficiencia cardíaca y cardiopatías familiares; en un ensayo aleatorizado internacional para evaluar tratamientos no licenciados para COVID-19 en pacientes hospitalizados que reciben el tratamiento convencional que se ofrece en cada hospital, en el que colabora con la la OMS Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Clínico San Carlos Plataforma SCREN.
El centro charro se centra en la evaluación de un nuevo fármaco, en un ensayo multicéntrico que impulsa un laboratorio privado con terapia de plasma de personas que han pasado la enfermedad aplicado a pacientes hospitalizados, en colaboración con la Fundación Instituto Investigación Puerta del Hierro. En la lista también figura un ensayo, en fase II, en el que participa con la Fundación para la formación e Investigación Sanitaria de la Región de Murcia, centrado en evaluar la infusión intravenosa de defibrotide en la prevención y tratamiento del distrés respiratorio y síndrome de liberación de citoquinas, así como en otro sobre el tratamiento de pacientes con COVID-19 y neumonía no grave sin criterios de ingreso. De la mano del Hospital Vall de Hebrón, en uno para evaluar la actividad y la seguridad de selinexor (KPT-330) oral en dosis bajas en pacientes con infección grave, entre otros.
Por su parte, el Complejo Asistencial Universitario Burgos está centrado en un tratamiento ambulatorio con corticoides en fase pulmonar precoz como oportunidad de modificar el curso de la enfermedad.
Financiados por el ISCIII
Respecto a los proyectos de investigación financiados por el Instituto de Salud Carlos III, que suman 19, desde Valladolid el Clínico cuenta con apoyo en siete líneas de investigación que pasan por un estudio de big data; biomarcadores de pronóstico y mecanismos de inflamación mediante citometría de masas y multiplez; evolución del perfil inflamatorio y estatus redox; determinantes genéticos y biomarcadores genómicos de riesgo en pacientes con infección por coronavirus; estudio de variables analíticas y epidemiológicas para evaluar los predictores pronósticos relacionados con eventos cardiovasculares en pacientes COVID-19, entre otros.
Por su parte, el Río Hortega avanza en los biomarcadores de pronóstico y mecanismos de inflamación mediante citometría de masas y multiplex; en la determinación de un modelo predictivo basado en inteligencia artificial para predecir la evolución de pacientes al ingreso hospitalario, y en los determinantes genéticos y biomarcadores genómicos de riesgo en pacientes con infección.
El IBSAL también cuenta con ayuda para investigar el impacto de la linfocitosis B monoclonal y del estado del sistema inmune en el desarrollo y evolución de la infección, y en la identificación de tratamientos farmacológicos previos protectores frente a ingreso hospitalario, además de en uno sobre inteligencia artificial y blockchain para la vigilancia epidemiológica, y en un tipo de test de diagnóstico molecular rápido y portátil mediante tecnología LAMP.
Mientras, el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca está volcado en la validación de biomarcadores para la caracterización inmunológica; a través del proyecto Harmony en una plataforma de big data e Inteligencia artificial para análisis masivo de datos integrados orientados al control epidemiológico, y la Universidad, en la optimización PKPD de la dosificación de antipalúdicos y antivirales para el tratamiento.
En León, el Hospital el Bierzo analiza el impacto en la salud mental y necesidades relacionadas con el coronavirus; y el Complejo Asistencial de Zamora, la eficacia de los antipsicóticos en la infección y mortalidad por COVID-19.
Otros proyectos
Los otros proyectos de investigación, que se elevan a 45, se centran, en el caso del Hospital Clínico Universitario, en la epidemiología de la infección; en un registro español de complicaciones neurológicas; en los resultados y aspectos concomitantes de la cirugía vascular en pacientes con infección; caracterización de la cefalea relacionada con la enfermedad, y características clínicas y epidemiológicas de los pacientes, entre otros como los resultados de la cirugía en la infección y un registro de gestantes.
Además, la Universidad de Valladolid está en el diagnóstico del virus mediante RT-QPCR para la monitorización de muestras no hospitalarias, así como en los efectos psicológicos del confinamiento. En esta carrera también se encuentra el IOBA que observa las interacciones farmacológicas de hidroxicloroquina en mayores de 65 años; y el CHEMCyL, con una línea de producción de plasma hiperinmune.
En este caso, el Río Hortega también aporta al registro nacional de complicaciones obstétricas con COVID-19; mide el impacto de la enfermedad en pacientes sometidos a cirugía; resultados en la cirugía programada para cáncer durante la pandemia; en la identificación de biomarcadores para la estratificación de gravedad, y en impacto de medicamentos utilizados en dolor crónico y la incidencia y severidad de la infección, entre otros. La Universidad Europea Miguel de Cervantes protagoniza un estudio sobre el afrontamiento y consecuencias psicológicas del estado de confinamiento.
El Complejo Asistencial de Burgos también se ha sumado al registro nacional de complicaciones obstétricas; a uno internacional de evaluación clínica; y lidera un estudio prospectivo de los efectos del confinamiento sobre la salud mental de niños y adolescentes, y uno para comparar la epidemiología, presentación, evolución clínica y factores pronósticos de la infección en personas con y sin infección por el VIH, entre otros.
En León, el Complejo Asistencial estudia las lesiones cutáneas asociadas al coronavirus; la correlación entre los niveles de interleucina 6 y depresión en pacientes afectados; participa en un registro sobre el tratamiento intervencionista del infarto agudo de miocardio con elevación del ST en centros integrados en redes de asistencia específicas en España durante la pandemia, al tiempo que analiza la afectación miocárdica, entre otras líneas. Desde la Gerencia de Atención Primaria del Bierzo analizan las consecuencias psicológicas en los profesionales de Atención Primaria.
Por su parte, el Complejo Asistencial de Soria afronta el manejo de la enfermedad en residencias de ancianos y la estandarización clínica de la determinación de virus para diagnóstico mediante real time-polymerase chain reaction (RT-PCR), en ambos casos en colaboración con la Universidad de Valladolid.
Por último, el Complejo Asistencial de Zamora se ha sumado al registro nacional de complicaciones obstétricas; en un estudio observacional de casos graves de neumonía por el virus (h1n1) y sars-cov-2 ingresados en cuidados intensivos; en el papel de los antipsicóticos sobre la infección y mortalidad de personas mayores de 60 años viviendo en residencias, y en el consumo y uso de antipsicóticos en población hospitalizada.
Fuente de la noticia: La Opinión de Zamora
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